La entrada en vigor de la Ley Crea y Crece marca un hito en la digitalización de las empresas españolas, haciendo obligatoria la factura electrónica en las transacciones comerciales. Si bien el cumplimiento normativo es la razón inmediata para la adaptación, esta ley es también una oportunidad estratégica para mejorar drásticamente la eficiencia operativa y la salud financiera de tu organización. Ir más allá de la mera obligación y abordar la transformación de procesos puede generar beneficios significativos y duraderos.
Optimización de procesos y reducción de costes
La factura electrónica, en el contexto de la Ley Crea y Crece, no solo implica cambiar formatos, obliga a adaptar los procesos internos, especialmente en la gestión de facturas de proveedores, para cumplir con plazos estrictos de notificación y pago. Automatizar estos procesos de gestión y contabilización es clave.
Las empresas tardan de media entre 3 y 17 días en gestionar una factura, un rango que a menudo supera los 4 días requeridos por la ley para la notificación de aceptación/rechazo. La digitalización permite estandarizar el proceso, reducir el tiempo dedicado a la gestión de facturas (actualmente excesivo para muchas empresas) y, por tanto, reducir costes.
La inversión en plataformas tecnológicas que permitan la automatización de procesos, como repcon DPA, tiene un retorno de la inversión de menos de 5 años, generando ahorros desde el primer año. Estos ahorros provienen de la eliminación de ineficiencias, tanto cuantificables como cualitativas, mejorando desde la relación con proveedores hasta el funcionamiento general de la organización.
Mayor Control, Visibilidad y Seguridad
La falta de procesos formalizados, la pérdida de documentos, y la ausencia de un canal de entrada único son barreras comunes que impiden conocer el estado de una factura en tiempo real. Implementar una plataforma de factura electrónica avanzada permite tener datos en tiempo real, ofreciendo una transparencia total sobre el estado de cada factura. Esto es fundamental para cumplir con los plazos de notificación y pago de la futura Ley Crea y Crece.
Además, al digitalizar y centralizar la gestión, se mejora la seguridad de los datos, evitando riesgos asociados a la impresión, fotocopia o almacenamiento local de facturas. La disponibilidad de información en tiempo real y datos históricos permite generar indicadores, analizar el proceso, identificar problemas y aplicar mejoras continuas.
Preparación para el futuro y ventaja competitiva
La Ley Crea y Crece es solo el principio. A nivel europeo, tenemos el proyecto ViDA (VAT in the Digital Age) que supondrá cambios como la entrada del registro único del IVA en 2028 o la armonización de la factura electrónica en Europa para 2035. En 2030, se exigirá el reporting en tiempo real de transacciones nacionales y extranjeras de bienes.
Adaptarse ahora a la factura electrónica con una plataforma robusta prepara a tu empresa para estos futuros requisitos de reporting y facturación. Empezar pronto también asegura la disponibilidad de recursos necesarios y permite una adaptación organizacional más relajada, transformando la obligación en una ventaja competitiva.
La Ley Crea y Crece obliga a la transformación digital de la gestión de facturas. Aprovechar esta obligación para optimizar procesos, ganar control y visibilidad, y prepararse para el futuro no es solo recomendable, es una decisión estratégica inteligente.
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