Hoy hablamos con Pablo García Bringas, Vicedecano de Relaciones Externas, Deusto Ingeniería, sobre los nuevos retos y oportunidades de la IA para la transformación digital de la empresa industrial.
¿Qué puede hacer la IA por la empresa industrial?
La respuesta vendría a partir de logros técnicos que se pueden conseguir, a partir de funciones de la IA (clasificación, predicción, extracción de conocimiento, análisis de anomalías, identificación de patrones, etc.), todo ello ESTRECHAMENTE vinculado a la generación de negocio en el proceso industrial (mediante obtención de ahorros en costes, mediante mejora de procesos, etc. y también mediante la identificación de nuevos espacios de negocio).
¿Es IA todo lo que reluce?
Aquí creo que merece la pena hablar un poco de lo machacada que está la palabra, y de que es importante distinguir entre IA e IA.
Los nuevos retos son muy punteros, y merece la pena hacer énfasis en señalarlos (IA eficiente, explicable, escalable y sostenible, e IA FATE -sin sesgos, trazable, transparente, y explicable-).
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¿Quién tira de quién? ¿La IA de la Industria, o la Industria de la IA?
Esto es muy importante: la IA tiene riesgo de ser aplicada sin más, sin valor añadido del experto humano, y esto puede producir pequeñas mejoras a corto plazo que ocultan grandes espacios de mejora que ya no se van a buscar.
Así pues, la Industria empieza necesitando de la IA, que aparece como un elemento tractor de la evolución industrial, pero enseguida vemos que grandes espacios de la IA más convencional se quedan cortos ante las prestaciones que requieren los procesos industriales en algunos casos, lo que lleva a tener que desarrollar nuevas formas de IA mucho más sofisticadas.
Divino efecto secundario de la IA
La IA necesita datos, y esta necesidad tracciona del desarrollo de la IoT Industrial.
Factor clave de la IA
Las personas, el talento; todos los casos de éxito de aplicación de IA a problemas industriales también llevaban implícitos miles de horas de experto humano.
