El configurador se convierte en el cerebro de automatización de una empresa permitiendo informatizar el conocimiento y, en definitiva, hacer más con los mismos recursos.
Es una herramienta clave para empresas que quieren encontrar más clientes prescribiendo sus productos, ofertar más rápido, gestionar las operaciones de forma más eficiente y modelar la cadena de valor de forma que cada área de la empresa maneje aquella información de producto que sea precisa en cada momento y lugar.
Incluye una herramienta llamada repcon Builder que permite administrar el conocimiento: modelos, reglas, restricciones, geometrías… de forma que sería controlado por la propia empresa. Se podrían hacer cambios en las lógicas de la aplicación en cualquier momento y sin necesidad de parar los sistemas en producción.